Una sombra entre los dos de Elisabeth Mulder Pierluisi
- Eso a mí no me interesa. Yo no me he casado para ser esclavo de la carrera de mi mujer. - Y yo no me he casado para jugar al «bridge». - No juegues al «bridge». - ¿Y qué quieres que haga? - No hagas nada. Es el ideal de las demás mujeres. ¡No sé de qué te quejas! - De que se me impongan los ideales de las demás mujeres, precisamente. |