Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
Las historias complicadas siempre lo son. No sé por qué alguien nos hizo creer que el amor lo arregla todo. Porque no es así. Somos mucho m ás que pulpa de medias naranjas. La mayor parte de las veces el amor no arregla nada, de la misma manera que casarse no arrezgla un noviazgo que no funciona ni los hijos reconducen un matrimonio roto. El amor nos pone a prueba. No duele, en absoluto, pero casi siempre exige de nosotros mismos más madurez, menos egoísmo, más valentía. No diré que el amor sea complicado, todo lo contrario. El amor es sencillo, es fácil, es divertido...., pero la vida no siempre lo es.
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