El arte de engañar al karma de Elísabet Benavent
"No. Yo no era su musa, solo un canal a través del que comunicarse con el mundo, lo que es, al fin y al cabo, el papel del arte. Tal y como lo es la luz, el olor del frío, la densidad de un color o una canción. El mundo está lleno de satélites hacia una idea y ninguno es esa idea en sí. La idea reside en el artista, sólo necesita un detonador".
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