El arte de engañar al karma de Elísabet Benavent
El abrazo es complejo. Es un idioma polisémico. Es un verbo de conjugaciones infinitas. El abrazo es el sexo sin orgasmo...o el orgasmo sin sexo. La piel por piel. Un alfabeto sin correspondencia. Una palabra que se pronuncia en silencio. Y cuando alguien te abraza de verdad, estás perdido. Porque el sexo puede ser imperfecto, y en esa imperfección reside su encanto. Pero el abrazo... hasta el abrazo torpe, el tímido, el apasionado, el desesperado... todos, excepto el abrazo vacío, son perfectos.
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