Martina con vistas al mar de Elísabet Benavent
Sensación de balsa, donde todo se mece, pero nada se mueve en realidad. Ni avanzas ni retrocedes, y no habría habido problema si aquello hubiera sido lo que quería. Quietud. Pero yo quería... vivir. No, no sobrevivir. VIVIR, con mayúsculas.
|