El secreto del orfebre de Elia Barceló
El dolor concede a algunas personas la sabiduría que la inocencia niega.
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El secreto del orfebre de Elia Barceló
El dolor concede a algunas personas la sabiduría que la inocencia niega.
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El secreto del orfebre de Elia Barceló
Las cuatro de la mañana. Últimos de diciembre. Escribo ahora para mí, a mano, con mi menuda letra de orfebre, en este piso recién alquilado, semivacío, mientras la nieve cae mansamente tras de los cristales sobre esta calle Clinton, en la que ya no suena la música de la que hablaba Cohen. Escribo para mí. No hay nadie más. No hay nadie más ahora que no está Celia. |
El secreto del orfebre de Elia Barceló
El dolor concede a algunas personas la sabiduría que la inocencia niega.
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Hijos del clan rojo de Elia Barceló
Se sintió de repente tan furiosa por la estúpida insinuación que a ella misma le sorprendió. Por un instante tuvo la clara visión del filo de su mano golpeando la cara de Brigitte una y otra vez hasta hacerla sangrar, hasta que cayera de rodillas al suelo tapándose el rostro con las manos mientras ella seguía golpeando, oyendo sus gemidos. Disfrutando oírlos.
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Hijos del clan rojo de Elia Barceló
—Verás… no sé por dónde empezar. Es difícil. Hace falta… no sé si decir imaginación o amplitud de miras, o flexibilidad o directamente ingenuidad y fantasía. O quizá, simplemente, ser imbécil y estar enamorado. No sé. Lo que sí sé es que, hace treinta y tantos años, yo necesité todo eso y mucho más para poder entrar en la vida de Bianca, para poder quedarme con ella. ¿Crees que tiene esas cualidades? —No lo sé, la verdad. Vamos a probar. |
La edad de la inocencia