La niña perdida de Elena Ferrante
Para que las traiciones tengan su peso efectivo, antes debe madurar el desamor (…) el amor no solo no tiene ojos, sino que también le faltan oídos.
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La niña perdida de Elena Ferrante
Para que las traiciones tengan su peso efectivo, antes debe madurar el desamor (…) el amor no solo no tiene ojos, sino que también le faltan oídos.
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