Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe
Así como el hombre fornido se regocija de sus habilidades físicas y obtiene placer de los ejercicios que ponen sus músculos en acción, de igual manera la personalidad analítica se deleita con la actividad del intelecto aplicada a esclarecer alguna incógnita. Encuentra placer aun en las tareas más triviales, siempre que pongan su talento a prueba. Es afecto a enigmas, acertijos, jeroglíficos, y al resolverlos muestra un nivel de perspicacia que para el común de la gente parece sobrenatural.
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