Mi ex y otras maldiciones de Erin Sterling
Me gusta cómo piensas, Penhallow —replicó Vivienne, señalándolo. A Rhys se le levantó el ánimo y la sonrió. —¿Me acabas de llamar por mi apellido? ¿Como si estuviéramos en el mismo equipo deportivo? Para su sorpresa, la vio esbozar una tenue sonrisa. —Bueno, en cierto modo lo estamos, ¿no crees? Romper una maldición está requiriendo mucho más… esfuerzo físico del que me imaginaba. —Recorrer el campus —señaló él. —Enfrentarse a fantasmas —añadió ella. —Enrollarse en bibliotecas…
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