Breviario de podredumbre de E. M. Cioran
Y es que todos los hombres que lanzan una mirada sobre sus ruinas pasadas se imaginan -para evitar las ruinas futuras- que está en su mano iniciar otra vez algo radicalmente nuevo. Se hacen una promesa solemne y esperan un milagro que les sacaría de ese abismo mediocre en el que el destino les ha hundido. Pero nada sucede. Todos continúan siendo los mismos, modificados únicamente por la acentuación de esa tendencia a decaer que es su distintivo. No vemos en torno a nosotros sino inspiraciones y ardores degradados: todo hombre lo promete todo, pero todo hombre vive para conocer la fragilidad de su destello y la falta de genialidad de la vida. [...]
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