Silogismos de la amargura de E. M. Cioran
En la antigüedad, el filósofo que no escribía, pero pensaba, no se exponía al desprecio; desde que nos postramos ante la eficacia, la obra se ha convertido en el absoluto del vulgo; a quienes no producen se les considera 《fracasados》. Sin embargo, esos 《fracasados》 habrían sido los sabios de otros tiempos; ellos rehabilitarían nuestra época por no haber dejado trazas en ella.
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