Liberado de E. L. James
Un escalofrío me recorre la espalda. ¡Mi nombre! ¡Y la puta adicta al crack! También ella tiene nombre. Como salida de la nada, oigo la voz del capullo de su chulo gritándole. -¡Ella!, Ella… el diminutivo de Életke. El epíteto que más utilizaba era "zorra". Aparto ese recuerdo. |