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Calificación promedio: 5 (sobre 148 calificaciones)
/El ciclo de encuentros El pecado de leer llega a su cuarta edición con la propuesta de explorar a través de la lectura muchas de las circunstancias, situaciones o sustancias que hacen que nuestra mente se desordene. Los estados alterados, realidades alternativas, percepciones desmesuradas en ocasiones entendidas como estados de locura, nos muestran una realidad otra en la que nosotros somos otros también. Novelistas, poetas, ensayistas y periodistas, todos ellos lectores, compartirán con nosotros sus lecturas del catálogo de El libro de bolsillo de Alianza Editorial y nos contarán cuál es el estado alterado que encuentran en los libros. Porque hay otros mundos, y están todos en este. 5 ciudades, 4 estados alterados, 45 libros y un secreto Pánico, euforia, alucinación y enamoramiento. En cada encuentro, dos invitados y un moderador hablarán sobre uno de los estados alterados a través de los libros de bolsillo de Alianza Editorial. Comisaria del ciclo: Giselle Etcheverry Walker Pánico Martes 27 febrero 2024 19.00 h Librería Gil Calle Hernán Cortés, 23 39003, Santander Invitados: Rafael Manrique, psiquiatra y ensayista, hablará sobre: El Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de R.L. Stevenso y Maestros antiguos, de Thomas BernhardCristina Sánchez-Andrade, escritora, hablará sobre: El dolor, de Marguerite Duras y Juan Belmonte, matador de toros, de Manuel Chaves Nogales Introduce y modera: Guillermo Balbona, crítico de cine y poeta Otros títulos sobre el pánico: El caso de Charles Dexter Ward, de H.P. Lovecraft Cuentos 1, de E. A. Poe La isla del Dr. Moreau, de H.G. Wells Cuentos negros, de Ambrose Bierce El guardavía y otros cuentos de miedo,de Charles DickensDrácula, de Bram Stoker
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El mal de la muerte de Marguerite Duras
Usted le pregunta: ¿En qué el mal de la muerte es mortal? Ella responde: En que el que lo padece no sabe que es portador de ella, de la muerte. También en que estaría muerto sin vida previa a la que morir, sin conocimiento alguno de morir a vida alguna. |
El amante de Marguerite Duras
Los niños-viejos del hambre endémica, sí, pero nosotros, no, no teníamos hambre, nosotros éramos niños blancos, nosotros teníamos vergüenza, nosotros vendíamos nuestros muebles, pero no teníamos hambre, nosotros teníamos un criado y comíamos, a veces, es cierto, porquerías, zancudas, caimanes, pero tales porquerías estaban cocinadas por un criado y servidas por él y a veces incluso no las queríamos, nos permitíamos el lujo de no querer comer.
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El amante de Marguerite Duras
Sé algo. Sé que no son los vestidos lo que hace a las mujeres más o menos hermosas, ni los tratamientos de belleza, ni el precio de los potingues, ni la rareza, el precio de los atavíos. Sé que el problema está en otra parte. No sé dónde. Sólo sé que no está donde las mujeres creen.
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El amante de Marguerite Duras
Ya no me acuerdo de la voz, salvo a veces la de la dulzura con la fatiga de la noche. Ya no oigo la risa, ni la risa ni los gritos. Se acabó, ya no lo recuerdo. Por eso ahora escribo tan fácilmente sobre ella, tan largo, tan tendido, se ha convertido en escritura corriente.
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El amante de Marguerite Duras
La niña ya no había reconocido nada. Ninguna palabra. Ni la voz. Era un aullido a muerte, de quién, de qué, de qué animal, no se sabía muy bien, de un perro, sí, tal vez, y al mismo tiempo de un hombre. Los dos confundidos en el dolor del amor.
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El amante de Marguerite Duras
-¿No nos volveremos a ver nunca, nunca? -Nunca. -A menos que... -No. -Olvidaremos. -No. -Haremos el amor con otra gente. -Sí. El llanto. Lloran, muy bajo. -Y luego un día querremos a otra gente. -Es verdad. Silencio. Lloran. |
El amante de Marguerite Duras
Podría engañarme, creer que soy hermosa como las mujeres hermosas, como las mujeres miradas, porque realmente me miran mucho. Pero sé que no es cuestión de belleza sino de otra cosa, sí, de otra cosa, por ejemplo, de carácter
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El amante de Marguerite Duras
Él había dicho que para él, era curioso hasta qué punto, su historia había quedado como era antes, que todavía la quería, que nunca podría en toda su vida dejar de quererla. Que la querría hasta la muerte.
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El amante de Marguerite Duras
-Tal vez, sí... pero sobre todo cruel, sabe usted... Sobre todo eso, esa cosa, es tan misterioso, y también cómo sabe hacerlo, el conocimiento que tiene de eso: del mal.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?