Huesos olvidados de Douglas Preston
Durante su duro avance empezaron a sufrir terriblemente por falta de agua. A algunos niños desesperados les daban balas aplastadas para aliviar la sed. La comida escaseaba. Todo empezaba a desmoronarse. Había discusiones. Los indios les robaron unos cuantos bueyes y les dispararon flechas a otros. Algunos viajeros también resultaron heridos por disparos realizados desde detrás de las rocas y los árboles. A un hombre que no podía caminar lo sacaron de su carruaje y lo dejaron morir en la cuneta.
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