Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
La culpa. Te come vivo. Te hace creer que no tienes remedio, que, como siempre nos hacía saber la Iglesia cuando éramos jóvenes y estábamos dispuestos a creer, la vida es un sufrimiento continuo y lo bueno nos llega una vez que fallecemos. Aunque solamente si te has atenido a sus normas en vida. |