Aurora en Nueva York de Douglas Kennedy
-A todos los escritores les encanta el jazz. Los mú- sicos de jazz, al igual que los escritores de novelas, se lo van inventando casi todo sobre la marcha.
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Aurora en Nueva York de Douglas Kennedy
-A todos los escritores les encanta el jazz. Los mú- sicos de jazz, al igual que los escritores de novelas, se lo van inventando casi todo sobre la marcha.
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Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
Lo que no llevé bien al principio fue la consternación de mi padre cuando, tras cuatro años de universidad, acepté un trabajo de obreros. Se enfadó aún más cuando le expliqué que lo hacía para vivir una aventura. -La aventura es para los niños ricos. Para ti, para mí, la vida es progresar y cumplir con nuestras responsabilidades. |
Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
Si la historia nos ha enseñado algo es que aquellos que creen que poseen la luz suelen dirigirnos al resto a la oscuridad.
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Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
La culpa. Te come vivo. Te hace creer que no tienes remedio, que, como siempre nos hacía saber la Iglesia cuando éramos jóvenes y estábamos dispuestos a creer, la vida es un sufrimiento continuo y lo bueno nos llega una vez que fallecemos. Aunque solamente si te has atenido a sus normas en vida. |
Aurora y el misterio de la cámara secreta de Douglas Kennedy
-¡No soy una discapacitada!- protesté. -Tu ya me entiendes... -¡Lo único que entiendo es que mi autismo no es una discapacidad! Solo es una forma diferente de ver el mundo. |
Isabelle por la tarde de Douglas Kennedy
Lo primero que pensé: vulnerable. Lo segundo: hermosa. Lo tercero: me he quedado prendado. Lo cuarto: maldigo ese anillo de matrimonio.
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Aurora y el misterio de la cámara secreta de Douglas Kennedy
Es difícil guardar un secreto.Cuando alguien te cuenta un secreto y te pide que se lo guardes, el problema es que ya no es un secreto, puesto que te lo han contado...
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Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
Había entrado en la rueda del sistema, como la mayoría de nosotros lo habíamos hecho: la casa hipotecada, una familia, el coche arrendado, la deuda de la tarjeta de crédito... Todo ello mientras se prometía esquivar los compromisos y las limitaciones que traen consigo las responsabilidades intrínsecas de la vida adulta. Cuando la realidad es que cedemos porque nos convencemos de que lo contrario es no hacer aquello para lo que fuimos educa-dos: ceder. Mi historia y la de tantos otros. |
Isabelle por la tarde de Douglas Kennedy
La librería no era muy grande. Había estanterías repletas por todas partes, libros apilados, una multitud densa. Busqué la barra y eché mano al vino.
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Isabelle por la tarde de Douglas Kennedy
Antes de Isabelle, no sabia nada de sexo. Antes de Isabelle, no sabia nada de la libertad. Antes de Isabelle, no sabia nada de Paris, donde el sexo y la libertad son dos términos eternos. Antes de Isabelle, no sabia nada de la vida. Antes de Isabelle…
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La sinfonía del azar de Douglas Kennedy
"La familia lo es todo... Y por eso duele tanto". Lo valoro todo desde una frágil atalaya, asomándome desde el despreocupado precipicio de la juventud a mi cuarta década de vida, rodeada por un paisaje plagado de escombros heredados y autogenerados. Lo cual me hace pensar: ¿cuándo empezó la tristeza? ¿Cuándo la escogimos?.
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Aurora en Nueva York de Douglas Kennedy
No tengo ninguna discapacidad. Es que yo no veo las cosas como los demás.
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Los hombres tienen miedo a la luz de Douglas Kennedy
Sobre todo, porque, según lo que había oído, acababa de ser padre. Y cuando tienes hijos... Uf, ya nunca dejas de ser vulnerable.
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