La Retornada de Donatella di Pietrantonio
La señora Bice había intuido a primera vista que la falta que yo padecía no tenía que ver con la comida, estoy segura. En los años que pasé con ella no se ofreció como sustituta, se limitó a alimentarme con cariño, apreciar mi esfuerzo en los estudios... Era ya mucho más de cuánto le habían pedido.
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