La frontera de Don Winslow
Casi espera oír la detonación de un rifle mientras sube los últimos escaños para ir a testificar, de modo que la risa del niño es un agradable respiro, un recordatorio necesario de que fuera de su mundo de drogas, mentiras, dinero sucio y asesinatos hay otra vida, otro país en el que los niños todavía ríen.
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