Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
Deformes y peligrosas criaturas que habrían arrastrado a la desesperación al propio Darwin, porque no había manera de hacerlas encajar en las leyes de la evolución.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
Deformes y peligrosas criaturas que habrían arrastrado a la desesperación al propio Darwin, porque no había manera de hacerlas encajar en las leyes de la evolución.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
Por extraño que parezca, fue el grito de aquel bárbaro, preñado de impotente nostalgia por una divinidad fea e inventada, lo que le hizo empezar a comprender el cósmico sentimiento de soledad que alimentaba las creencias de los hombres.
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Outpost nº 01 de Dmitry Glukhovsky
Lo único que nos une con más fuerza que el amor es el pegamento, pero el pegamento hay que procurárselo, mientras que el amor siempre nos acompaña.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
El poeta se equivocaba. Las gestas heroicas no perduraban. Nada perduraba.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
El tiempo es como el mercurio: aunque intentes dividirlo en partes más pequeñas, se reconstruye al instante, de nuevo entero y sin forma. Los hombres lo han domesticado, lo han encadenado a sus relojes y cronómetros, y fluye igual para todos los que lo han encadenado. Pero déjalo libre, y verás: fluye de manera distinta para cada uno. Para alguien será lento y moroso, y ése lo medirá en cigarrillos fumados, o en respiraciones. Para otro, en cambio, escapa al instante, y su unidad son vidas humanas ya vividas.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
¿Acaso el hombre que no ha visto nunca las estrellas puede llegar a convebir lo que es el infinito?
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
Letyaga era uno de esos que deciden una sola vez, para toda la vida, lo que van a pensar y la opinión que tendrán sobre todas las cosas. Y esa decisión la había tomado mucho tiempo atrás, y para siempre. Por ello, la nueva verdad llegó a su gruesa piel no como una carga de perdigones, sino como sal.
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
—¿Es por eso por lo que vuestro Führer se ha vuelto contra los degenerados? ¿Para poder reintroducir la esclavitud? ¡Por lo menos una de cada cuatro personas que viven en el metro sufre alguna deformidad! —¡No eres tú quien tiene que decidir quién es un degenerado y quién no! —le dijo Dietmar, riéndose—. ¡El Führer es un genio! ¿Vamos a perseguir a los armenios? ¡Vaya imbecilidad! ¿O a los judíos? El efecto es cero. El hombre que ha nacido como judío no puede hacer nada contra ello. Si algunos lo llevan hasta escrito en la cara: judíos, chechenos, kazajos. Y así se convierten en tu objetivo, en tu enemigo, y no te van a jurar jamás lealtad. Pero ¿qué pasa con el ruso? ¿Es automáticamente inmune? ¿Pertenece, por nacimiento, a un pueblo elegido? ¿Se lo puede permitir todo? Entonces, ¿no tiene que temer nada? ¡Eso sería absurdo! ¡Pero la degeneración es un asunto muy distinto! ¡Cuando se trata de degeneración, hay que andarse con cuidado! ¡Con una sola mutación basta! ¡Puede que un hombre nazca sano, pero después es posible que empiece a crecerle una úlcera! ¡O un bocio! ¡O la anomalía que sea! ¡Puede que el ojo desnudo no lo vea! ¡Solo un médico puede estar seguro! Y por eso toda la chusma va a temblar, toda la chusma va a desmayarse de miedo cada vez que tenga que pasar por la revisión médica. El propio médico va a temblar. Porque la distinción entre degenerados y no degenerados tendrá que trazarla en cooperación con nosotros. Nadie más podrá gozar de seguridad. Nunca más. Todo el mundo tendrá que pasarse toda la vida, ¿lo entiendes?, toda la vida justificándose. Justificándose ante nosotros. ¡¿Verdad que es magnífico?! ¡Es un concepto maravilloso! + Leer más |
Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
[...] Al cabo, todo el mundo trata de cerrar un pacto consigo mismo. ¿Sabes, stalker?, los seres humanos raramente me sorprenden. Están hechos de una manera muy sencilla. Todo el mundo tiene los mismos engranajes dentro del cráneo. Ahí dentro encontrarás el anhelo de una vida mejor, el miedo y el sentimiento de culpa. El ser humano no tiene otros engranajes. A los codiciosos se los puede seducir, a los temerarios se los puede atormentar con la culpa, a los que no tienen conciencia se los puede atemorizar. [...]
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
[...] No era difícil engañar a los remordimientos. El ser humano es fuerte, lo supera todo. Una gran misión lo disculpa todo.
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
Las piernas sabían que si caminaba en dirección contraria, al frente, no habría marcha atrás. Era demasiado temprano para que el cuerpo muriese. Pero el alma ya no soportaba la vida de siempre.
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
Los regímenes políticos no son indestructibles, los imperios envejecen y mueren, pero las ideologías son como los bacilos de la peste. Se quedan dormidos dentro de los cadáveres que ellos mismos tienen sobre su conciencia y pueden quedarse allí durante quinientos años. Entonces llega alguien que en algún lugar cava un túnel, tropieza por sorpresa con el cementerio donde reposan las víctimas de la peste… toca los viejos huesos… y ya no importa el idioma que hable ni lo que crea. Al bacilo todo le viene bien.
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
Todos nosotros nos acordamos de alguien. Trescientas sombras por cabeza. Están esperando a que te acuerdes de ellos. Te preparan sus trampas, tienden el alambre para que tropieces, te echan el anzuelo, tejen telarañas… y aguardan. A uno, el mero armazón de una bicicleta lo lleva al recuerdo de cuando enseñó a sus niños a montar en bicicleta en el patio interior de su edificio. Otro oye el silbido de una tetera y piensa que suena igual que la que sus padres tenían en la cocina cuando iba a comer con ellos los fines de semana y los ponía al corriente de su vida. Basta con el movimiento de una pestaña para que en esa fracción de segundo entre ahora y ahora los ojos vean el ayer con todos sus rostros. Al pasar los años los reconocemos cada vez menos. Y ya está bien que sea así.
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
[...] la civilización es como un castillo de arena. Es bonita, pero muy frágil. Hay que cuidarla en todo momento, porque si no el viento del tiempo la seca, y entonces se desmenuza y el polvo se dispersa. Bastará con tres generaciones que no sepan leer para que todo quede olvidado por completo, y ya nadie entienda nada de todo lo que se creó con tanto esfuerzo y se transmitió con tanto afán a lo largo de las doscientas generaciones previas. [...]
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Metro 2035 de Dmitry Glukhovsky
No tenía un objetivo concreto, ni podía tenerlo. Quien emprende un viaje a ninguna parte tan solo puede preguntarse cuándo reunirá el valor suficiente para reconocer que la huida no tiene sentido y volver atrás.
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Metro 2033 de Dmitry Glukhovsky
Todo ser humano tenía que andar a tientas por ese túnel, desde la estación Nacimiento hasta la estación Muerte.
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La edad de la inocencia