Manual para damas sobre el cotilleo y el asesinato de Diane Freeman
—¿Realmente crees que es una mujer? —preguntó. Me asusté al escuchar su pregunta. —Deduje que lo eres por el nombre, pero realmente o he pensado mucho en ello. —No creo que una mujer pudiera trabajar de periodista —dijo Caroline arrugando la nariz—. Es un mundo de hombres, ¿no crees? —Bueno, podría decirse que todos los ámbitos profesionales pertenecen a los hombres, ¿verdad, Charles? Mi primo se encogió un poco bajo el peso de nuestra mirada. |