Viajera de Diana Gabaldon
Te he visto tantas veces... -me susurró al oído-. Venías a mí con tanta frecuencia... A veces cuando soñaba. Cuando tenía fiebre. Cuando me sentía tan asustado que pedía morir. Cuando me hacías falta te veía siempre, sonriendo, con el pelo rizado alrededor de la cara. Pero nunca decías nada. Y nunca me tocabas.
|