Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
No quiero traerte a un mundo donde el silencio tapa los crímenes más espantosos—le digo—. No si puedo protegerte de ello. No permaneceré callada siempre, cariño, te lo prometo. Un día abriré la boca y ya no volveré a cerrarla.
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