Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Me he liberado de mi pasado, pero no lo he anulado. Valoro los momentos y las experiencias que me dieron forma. He vivido la historia.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Me he liberado de mi pasado, pero no lo he anulado. Valoro los momentos y las experiencias que me dieron forma. He vivido la historia.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Cuando una mujer está nidá, su marido no puede tocarla, ni siquiera para pasarle un plato de comida. No puede ver ninguna parte de su cuerpo. No puede oírla cantar. Está vetada para él.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
cuando leo siento una felicidad y una libertad tan extraordinarias que estoy convencida de que si tuviera un acceso ilimitado a los libros, cualquier otra cosa de mi vida se me haría más soportable
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Los únicos judíos verdaderos son los jasidíes, porque hasta la más pequeña integración te inhabilita al instante para ser Jn auténtico judío.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Estoy convencida de que mi capacidad de sentir con intensidad es lo que me hace extraordinaria.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Cuando leo siento una felicidad y una libertad tan extraordinarias que estoy convencida de que si tuviera acceso ilimitado a los libros, cualquier otra cosa de mi vida se me haría más soportable.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Desde que tengo memoria, siempre lo he querido todo de la vida, todo lo que pudiera concederme, un deseo que me aparta de quienes están dispuestos a conformarse con menos.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
He crecido tanto que mi mundo se me ha quedado pequeño.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Estoy exhausta de todos estos años fingiendo ser devota y castigándome por mi falta de fe.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Prefiero estar sola y asustada antes que aburrida.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Si mi mente no admite ataduras, si no hay nada capaz de limitar mis sueños, entonces ninguna correa podrá garantizar mi sumisión silenciosa.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Solo puedo vivir secretamente mi otra vida, manteniendo mis pensamientos y opiniones encerrados en la parte de mi cerebro que he reservado para esa identidad nueva y rebelde.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
No me parece bien. Ya no me cabe en la cabeza entregarlo a esa vida restrictiva y asfixiante cuando yo misma anhelo con tanta vehemencia la libertad.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Soporto la idea de pasar una vida entera en este planeta y no hacer todas las cosas que sueño hacer solo porque no me está permitido.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Me pinto una sonrisa colmada de orgullo e interpreto el papel que se me ha asignado, pero por dentro me siento vacía.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
No quiero traerte a un mundo donde el silencio tapa los crímenes más espantosos—le digo—. No si puedo protegerte de ello. No permaneceré callada siempre, cariño, te lo prometo. Un día abriré la boca y ya no volveré a cerrarla.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Se me acerca de una forma muy parecida a como imagino a un perro abalanzándose sobre la pata de un mueble, y se restriega con insistencia contra mi cuerpo como si yo fuera un trozo de madera pensado para proporcionarle esa agradable sensación de fricción.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Ni siquiera podemos escaparnos a la bolera sin miedo a que nos siga algún cotilla entrometido. Esto no es lo que firmé.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Tal vez nunca existió ningún camino hacia la libertad, no para ella, no para alguien como nosotras.
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Unorthodox: Mi verdadera historia de Deborah Feldman
Cuando una mujer deja de menstruar, debe dejar transcurrir siete días limpios durante los que se hacen dos inspecciones diarias con paños de algodón para asegurarse de que no queda ni rastro de sangre.
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Gregorio Samsa es un ...