Miss Merkel. El caso de la canciller jubilada de David Safier
Los detectives de verdad nunca se marchaban de un sitio sin haberse hecho con una pista nueva. Tipos como el teniente Columbo incluso sorprendían a testigos y sospechosos justo cuando se relajaban porque creían que se habían librado de él. Eso mismo debería poder hacer ella: formular una pregunta sorprendente. Y Angela sabía a la perfección cuál era esa pregunta.
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