El hombre que se fue a Marte porque quería estar solo de David M. Barnett
¿Fue eso? Thomas se frota la cara con la mano. ¿Un intento de redención? ¿A estas alturas? ¿Eso es todo? ¿Solo algo para... qué? ¿Para sentirse mejor, como expresa James tan sucintamente? Una vez más contempla la Tierra, cada vez más enana, y de golpe una imagen le viene a la mente. James está ahí abajo, en algún lugar, en la oscuridad. James, Gladys, Laura y Janet y todas esas personas cuyas vidas se cruzaron con la suya. Toda esa gente. Claudia. Y ahí arriba... nada excepto Thomas. Ningún ser humano aparte de él. ¿Seis millones de ellos en la Tierra y no supo encontrar allí a una sola persona de la que hacerse amigo? El espacio es un vacío ingrávido, pero de golpe siente que le oprime por todos lados.Y por primera vez desde que se subió a ese cacharro de feria soviético y fue disparado al espacio, se siente profundamente solo.
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