Solo tú me conoces de David Levithan
—[...] Estás muy cerca de ser libre. —Eso es lo que me da miedo —confieso. —Ya lo sé —responde—. Ya lo sé. Pero los cambios requieren valor. |
Solo tú me conoces de David Levithan
—[...] Estás muy cerca de ser libre. —Eso es lo que me da miedo —confieso. —Ya lo sé —responde—. Ya lo sé. Pero los cambios requieren valor. |
Dos chicos besándose de David Levithan
Cuando necesitas aferrarte a algo, debes hacerlo. Si algo te ayuda a seguir adelante, no lo sueltes. Conocemos esa necesidad de aferrarse a algo. Nosotros nos aferramos a vosotros. Es decir, a la vida. |
Dos chicos besándose de David Levithan
Compartir la verdad no es un regalo que venga en papel de envolver, que se abre una vez y ya esta. No, es un obsequio que debe ir desvelándose poco a poco. Basta ya con empezar la historia. Basta con haber empezado y sentir que es un principio.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
Cada vez que dos chicos se besan, el mundo se amplía un poquito mas. Vuestro mundo. El mundo que dejamos. El mundo que os dejamos. Ese es el poder de un beso: no puede matarte, pero si devolverte a la vida. |
Dos chicos besándose de David Levithan
Si colocas varios armarios juntos, tienes sitio para una habitación. Si colocas varias habitaciones juntas, tienes sitio para una casa. Si colocas varias casas juntas, tienes sitio para un pueblo, una ciudad, una nación y finalmente, un mundo.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
Porque sabemos que el mejor antídoto para la duda es la presencia. La magia se desvanece de forma naturas, con la distancia. Pero la proximidad..., bueno, cuando funciona, la proximidad amplia la magia.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
Solemos creer que la verdadera magnitud de una relación es su capacidad para desnudarnos, pero mostrar todo tu plumaje también tiene sus ventajas, ya que se puede encontrar tanta verdad en lo absurdo como en lo serio. El amor es tu brújula y tu escudo. Puedes afilarlo para convertirlo en un arma o arrancarle hebras para tejerte una colcha mullida. No se puede subsistir a base de humor, pero sin el, tampoco. |
Dos chicos besándose de David Levithan
Mientras el mundo descansa, nos gustaría mostrároslo. Así nunca tendríais dudas de lo parecidos, lo confiados, lo asombrosos y lo vulnerables que somos todos. Nosotros ya no dormimos y, como no lo hacemos, ya no soñamos. En vez de eso observamos. No queremos perdernos nada. Vosotros sois ahora nuestro sueño. |
Dos chicos besándose de David Levithan
Miras desde tu mundo y te adentras en el de la otra persona sin saber muy bien que vas a encontrar, con la esperanza de que sea algo bueno...Te sumergen en su mundo y ni siquiera te das cuenta de que tu soledad a desaparecido; la has dejad atrás sin percatarte, porque no tienes ningún deseo de volver a ella.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
Porque, si, el silencio puede marcar el tiempo con boyas, pero necesita anclarse con palabras.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
La ignorancia no es la felicidad. La felicidad es conocer el sentido completo de lo que os ha sido dado.
|
Dos chicos besándose de David Levithan
Que sutil ironía: justo cuando dejamos de querer matarnos, empezamos a morir. Cuando nos sentíamos fuertes, nos quedábamos sin fuerzas. Eso no debería sucederos a vosotros. Los adultos pueden decir todo lo que quieran sobre lo invencibles que se sienten los jóvenes. Algunos fuimos así de fanfarrones, por supuesto. De hecho, también había na oscura voz interna que nos decía que estábamos condenados. Y lo estuvimos, pero dejamos de estarlo. Jamas deberíais sentiros condenados. |
Cada día de David Levithan
Ahora, es mi padre quien paree haber perdido fuelle, como si cuando muriera alguien muy cercano a nosotros, intercambiásemos los lugares. Y cuando lo superáramos, en realidad, estuviéramos viviendo su vida pero al revés: desde la muerte a la vida; desde la enfermedad a la salud.
|
A de amor de David Levithan
El beso que más me gusta es el beso lento. El que conlleva tanto aliento como roce, tanto "no" como "sí". Te inclinas de lado y yo debo volverme un poco para que suceda.
|
La edad de la inocencia