Dos chicos besándose de David Levithan
Futuro. Qué palabra tan poderosa. De todas las abstracciones que podemos expresar, de todos los conceptos que nosotros poseemos y los demás animales no, qué extraordinario es la habilidad de considerar un tiempo que nunca ha sido vivido. Y que trágico es no considerarlo. A nosotros, con nuestro limitadísimo futuro, nos da rabia ver que alguien lo desprecia como si no tuviera sentido, cuando su sentido es infinito y comprende un número infinito de sentidos distintos.
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