Lisbeth Salander está preparada para a batalla final contra la única persona que, siendo idéntica a ella, es su opuesta en todo: su hermana Camilla. Pero esta vez Lisbeth tomará la iniciativa. Va a liberarse del daño y del dolor de toda una vida. Dejará de ser una presa para convertirse en cazadora.
Con La chica que vivió dos veces,
David Lagercrantz pone un estupendo colofón a la serie. Cuando hace cuatro años aceptó continuar con el enorme éxito de Millennium, de
Stieg Larsson, sabía que se enfrentaba a un reto mayúsculo. Se trataba de rendir tributo al universo narrativo que, con tanta sensibilidad, talento y brillantez, creó en su día
Stieg Larsson.
Que David haya sido capaz de conseguirlo constituye un logro digno de mención.