Los exiliados de David Barbaree
La política es un juego sucio —dice—. Tu padre jugó mucho mejor que la mayoría, y ganó. Y siguió ganando, hasta que le venció otro hombre más listo. Pero él sabía mejor que nadie que en política, si no ganas, pierdes. Y en Roma, las apuestas son altísimas. Cuando pierdes, es tu vida la que está en juego.
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