Los exiliados de David Barbaree
La jerarquía de Roma es tan injusta como inflexible. Debajo de todo están los esclavos, los más bajos entre los bajos; por encima de los esclavos, están los libertos, antiguos esclavos; luego, los mercaderes y comerciantes; luego, los caballeros, y, por fin, la clase senatorial. Actores, prostitutas y semejantes están también cerca del fondo, quizá un punto por encima de los esclavos, pero, definitivamente, por debajo de los libertos. Cada escalón está también en dividido por riqueza y linaje..., aunque como se aplican esos factores difiere según la clase en cuestión.
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