Perdido en el tiempo de Daphne du Maurier
Ayer, a causa de la excursión de pesca y del maravilloso Tom, reinaba el entusiasmo. Hoy, a causa del mal humor de los adultos, reinaba la apatía y la inseguridad. Por supuesto, era culpa mía. Todo lo que ocurriera en esa casa, había sido, era y sería culpa mía.
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