Como una novela de Daniel Pennac
El método del profesor es prácticamente nulo en esta historia. El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en esos graneros adolescentes por un miedo secreto: miedo (muy, muy antiguo) a no entender.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 30 calificaciones)
/
Como una novela de Daniel Pennac
El método del profesor es prácticamente nulo en esta historia. El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en esos graneros adolescentes por un miedo secreto: miedo (muy, muy antiguo) a no entender.
|
Como una novela de Daniel Pennac
El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo «amar»…, el verbo «soñar»… Claro que siempre se puede intentar. Adelante: «¡Ámame!» «¡Sueña!» «¡Lee!» «¡Lee! ¡Pero lee de una vez, te ordeno que leas, caramba!». —¡Sube a tu cuarto y lee! ¿Resultado? Ninguno. |
Señores niños de Daniel Pennac
Al despertar, Nourdine Kader pasó por las mismas fases que Joseph Pritsky (incredulidad, estupor, pánico, angustia) para rendirse también a la evidencia: estaba de pie, desnudo y gigantesco, en prisión, ante un pequeño pelirrojo dormido en la banqueta de la celda y que flotaba en un uniforme de poli.
|
Como una novela de Daniel Pennac
El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en graneros adolescentes por un miedo secreto: el miedo (muy, muy antiguo) a no entender.
|
Como una novela de Daniel Pennac
"Así descubrió la paradójica virtud de la lectura que consiste en abstraernos del mundo para encontrarle un sentido"
|
Como una novela de Daniel Pennac
Y si, en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiera de repente compartir su propia dicha de leer ?
|
|
Como una novela de Daniel Pennac
Las más de las veces conservamos el placer del libro leído en el secreto de nuestra celosía. Bien pprque no vemos en él nada que decie, bien porque, antes de poder decir una palabra, tenemos que dejar que el tiempo efectúe su delicioso trabajo de destilación.
|
Como una novela de Daniel Pennac
Por inhibida que sea, cualquier lectura está presidida por el placer de leer; y por su misma naturaleza, el placer de leer no teme a la imagen, ni siquiera a la televisiva, aun cuando se presente bajo la avalancha diaria.
|
Como una novela de Daniel Pennac
Parece establecido desde tiempos inmemorables, y en todas las latitudes, que el placer no tiene que figurar en el programa de las escuelas y que el conocimiento sólo puede ser el fruto de un sufrimiento bien entendido.
|
¿De qué nacionalidad es Edgar Allan Poe?