Oscura fascinación de Dana Jordan
—Hay tres tipos de personas que se acercan a la playa de Brighton —le dijo para romper el silencio que se había creado—: los turistas y los lugareños. —Yo no soy un turista y tampoco soy un lugareño. ¿Cuál es el otro? —Los que dan un respingo cuando buscan emociones fuertes o besan a una chica. —Creo que tampoco soy de esos —afirmó muy serio. Ella lo miró, sus ojos brillaban con una deliciosa calidez y él necesitó aclararse la garganta para poder seguir hablando—. Claro, que nunca se sabe qué puede ocurrir con emociones nuevas. |