El amante de lady Chatterley de D. H. Lawrence
¡Es inútil! Es inútil intentar librarse de la propia soledad. Había que seguir viviendo. Sólo a veces, a veces, llegaba a llenarse ese vacío. ¡A veces! Pero había que esperar a que se presentase la ocasión. Acepta tu propia soledad y consérvala toda tu vida. Y luego acepta los momentos en que se llena ese vacío, cuando lleguen. Pero tienen que llegar solos. Uno no los puede obligar.
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