Mi hermana Elba y los altillos de Brumal de Cristina Fernández Cubas
"El diario finaliza dos años después. Ignoro si más tarde proseguí el relato de mis confesiones infantiles en otro cuaderno, pero me inclino a pensar que no lo hice. Ignoro también el destino ulterior de varias fotografías, que en algún momento debí arrancar --- y de cuya existencia hablan aún ciertos restos de cola casera petrificados por el tiempo--, y el instante o los motivos precisos que me impulsaron a desfigurar, posiblemente con un cortaplumas, una reproducción del rostro de mi hermana Elba." (Mi hermana Elba, pág.49).
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