Corazón de Tinta de Cornelia Funke
Las hojas dibujaban sombras sobre su cara, el sol lo pinchaba con blancos alfileres calientes a través de las ramas y notaba su frente febril.
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Corazón de Tinta de Cornelia Funke
Las hojas dibujaban sombras sobre su cara, el sol lo pinchaba con blancos alfileres calientes a través de las ramas y notaba su frente febril.
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La pluma del grifo de Cornelia Funke
Su aspecto era aún más fantástico que el que Ben había imaginado. Su cola era una serpiente de color verde azulado que movía la lengua. Las musculosas patas traseras y el gigantesco cuerpo de león estaban moteados como el pelaje de un gato jaspeado, pero el plumaje en cuello y cabeza relucía al igual que las alas, en todos los tonos verdes de la selva. Sólo el pico, las orejas y los ojos eran de color amarillo miel.
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El señor de los ladrones de Cornelia Funke
Sonrío mientras observaba a la recepcionista, que no paraba de mirar hacia fuera, hacia los copos de nieve, que se iban acumulando lentamente en los ventanales, como si el mundo girara a paso de tortuga.
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El señor de los ladrones de Cornelia Funke
Casi todos los que entraban en la Plaza de San Marcos por primera vez parecían tan perplejos como si hubiesen llegado a un lugar fabuloso que solo habían visto en sueños. Algunos se quedaban medio hechizados, como si no quisieran irse nunca más. Otros ponían cara de niño, mientras miraban atónitos los ventanales resplandecientes y el león entre las estrellas. Solo unos pocos se quedaban como si aquella avalancha de belleza no los conmoviera lo más mínimo y seguían paseando con cara de palo, orgullosos de que no hubiera nada en el mundo que pudiese sorprenderlos. Víctor nunca estaba seguro de si debía compadecer o temer a aquella gente.
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Corazón de Tinta de Cornelia Funke
Nada es más poderoso que las letras, tanto para bien como para mal, créeme.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Un abrazo por las palabras que él le había escrito, pero que nunca podría pronunciar.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
- El hilo de oro - dijo -¿Qué puedo decir? Ni siquiera las hadas tienen poder contra él.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Estaba lejos de todo, encerrada en sí misma, en su propio mundo. No había forma de llegar hasta ella cuando estaba en aquel lugar, el paisaje de su corazón, habitado por recuerdos que solo ella conocía.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Ella había vuelto, como una melodía que faltaba en la música del mundo. Sin embargo, su canción sonaba más débil que antes.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
No dejar nunca que la otra persona se olvide de quién es. Al parecer, eso también era parte del amor.
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Reckless 2. Sombras Vivientes. de Cornelia Funke
"Estás bien"- no era una pregunta. Había alivio en su voz. Alivio. Culpa. Y tanto amor indefenso. Pero eso no bastaba.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Había tantas cosas en sus ojos. Arrepentimiento, deseo, ira. Quizá también el ruego de que él no olvidara.
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Reckless. Carne de piedra de Cornelia Funke
Cuando amaban, las hadas contaban todos sus secretos mientras estaban dormidas. Solo hacía falta hacer la pregunta adecuada.
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Reckless. Carne de piedra de Cornelia Funke
Y percibió demasiado tarde lo que él sembraba en ella. Amor. El peor de los venenos.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Si lo hubiera conocido mejor, tal vez habría intentado explicarle que la vida no le permitía a nadie esconderse de sí mismo o del mundo. Fuéramos plantas, animales o humanos... la vida obligaba a todos a aprender y a crecer. Cuanto más escapáramos de esa realidad, más difícil se volvería el camino. Y había que seguirlo, quisiéramos o no.
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Reckless. Carne de piedra de Cornelia Funke
¿Qué era aquello? Aquel anhelo que la desgarraba y dolía como el hambre o la sed. No era amor. El amor era cálido y blando como una cama de hojas. Pero aquello era oscuro como las sombras de un arbusto venenoso... e inquietante. Insaciable. Debía llamarse de otro modo. La misma palabra no podía describir la vida y la muerte, el sol y la luna.
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Reckless. Carne de piedra de Cornelia Funke
Nadie vivía lo suficiente como para comprender que el ayer nacía del mañana tanto como el mañana del ayer.
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Reckless 2. Sombras Vivientes. de Cornelia Funke
El lujo de querer a alguien se pagaba con demasiado dolor.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
¿Era feliz? Sí, y no. Porque las palabras habían regresado y, con ellas, el hombre que hilaba oro en torno a su corazón desde hacía tanto tiempo que no recordaba cómo se había sentido antes de conocerlo.
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Reckless 3. El hilo de Oro de Cornelia Funke
Por un instante, ella creyó descubrir en su mirada una sombra del amor que hacía tiempo encontraba en sus ojos.
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El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...