Bibliotecarias a caballo de Concha Pasamar
Cuando los días son solo gestos repetidos y las noches densa oscuridad, cuando vivir es la proeza, la mirada no puede traspasar el horizonte. Pero el alma busca siempre rendijas por donde escapar serpenteando, desplegar alas y volar. Volar con la historia que palpita en una vieja canción. Volar cruzando el universo que renace cada vez que se abre un libro.
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