La hora de la estrella de Clarice Lispector
Mientras tenga preguntas y no haya respuestas continuaré escribiendo. ¿Cómo comenzar por el principio si las cosas suceden antes de suceder?.
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Mientras tenga preguntas y no haya respuestas continuaré escribiendo. ¿Cómo comenzar por el principio si las cosas suceden antes de suceder?.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Por caminos torcidos había venido a hacer en un destino de mujer, con la sorpresa de caber en él como si ella lo hubiera inventado.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Precisamente ahora que tengo tanto que decir no sé expresarme
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Clarice Lispector
A veces tengo la impresión de que escribo por simple curiosidad intensa. Es que, al escribir, me doy las sorpresas más inesperadas.
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Vivimos exclusivamente en el presente pues siempre y eternamente es el día de hoy —y el día de mañana será un hoy, la eternidad es el estado de las cosas en este momento.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
¿Quién podría calcular el calor y la violencia de un corazón de poeta cuando está preso en el cuerpo de una mujer?
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Todo en el mundo comenzó con un sí. Una molécula le dijo sí a otra molécula y nació la vida. Pero antes de la prehistoria estaba la prehistoria de la prehistoria y existía el nunca y existía el sí. Siempre lo hubo. No sé cómo, pero sé que el universo jamás comenzó.
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres. Escribo porque soy un desesperado y estoy cansado, no aguanto más la rutina de serme y si no fuese la sempiterna novedad de escribir, me moriría simbólicamente todos los días.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Sigo todos los caminos y ninguno de ellos es todavía mío. Fui moldeada en tantas estatuas y no me inmovilicé...
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Los pueblos colonizados cambiaron la condescendencia del folclore por la dignidad de la literatura.
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Me dedico a la nostalgia de mi antigua pobreza, cuando todo era más sobrio y digno y todavía jamás había comido langosta.
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De natura florum de Clarice Lispector
Edelweiss Se la encuentra solo a grandes alturas, pero nunca por encima de los tres mil cuatrocientos metros. Esta Reina de los Alpes, como también se la llama, es un símbolo de la conquista del hombre. Blanca, aterciopelada, raramente alcanzable: es una aspiración humana. |
Todos los cuentos de Clarice Lispector
Los deseos son fantasmas que se diluyen apenas se enciende la lámpara del buen sentido.
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L'hora de l'estrella: 95 de Clarice Lispector
Pensava vagament, des de molt lluny i sense paraules, el següent: ja que sóc, la qüestió és ser.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Todo lo inmaterializaba. Incluso en su único beso, yo había imaginado recibirlo sin labios.
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Todos los cuentos de Clarice Lispector
Lo que hasta entonces me había sustentado no eran las convicciones, sino las personas que las poseían.
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
"Pero Macabea, de un modo general, no se preocupaba de su propio futuro: tenerlo era un lujo. Había oído en Radio Reloj que existían siete mil millones de personas en el mundo. Ella se sentía perdida. Pero con su tendencia a ser feliz, se consoló inmediatamente: había siete mil millones de personas para ayudarla." (Pág.64).
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La hora de la estrella de Clarice Lispector
Soy un hombre que tiene más dinero que los que pasan hambre, lo que me convierte de algún modo en alguien deshonesto. Yo sólo miento en la hora exacta de la mentira. Pero cuando escribo no miento. ¿Qué más? Sí, no tengo clase social, marginal que soy. La clase alta me tiene como un monstruo raro, la clase media desconfía de que yo pueda desequilibrarla, la clase baja nunca viene a mí.
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¿Cuál es el desayuno favorito de Eleven?