Si dijéramos la verdad de Clare Pooley
—Dime a qué olía tu casa cuando Mary vivía aquí, Julián. —Recuerdo un olor a rosas, mermelada de fresa casera y limones frescos. Esa laca que vendían en unos botes grandes y dorados. Ah, y pintura, claro está. —Vale. Dame media hora. Volveré. |