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Cosas que escribiste sobre el fuego de Clara Cortés Martín
No era especiamente querido y tampoco odiado, pero porque no era alguien que hubiera destacado en una multitud. Aunque no puedo quejarme de eso, porque yo no es que hiciera nada al respecto. No hacía nada. Mi función allí, y de hecho en todas partes, era estar. Ser gente.
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