Cixin Liu

Hay ante mí y ante mis descendientes una noche eterna, una batalla sin fin, un universo interminable; ¿dónde… dónde aguardará nuestra morada final?”

Si ya de por sí, los rayos constituyen uno de los fenómenos naturales más difíciles de controlar, y en el caso de las esferas luminosas estamos hablando de algo con la misma capacidad de destrucción pero con la caprichosa imprevisibilidad de un fantasma añadida, ¡cómo vamos a pretender controlar algo que puede liberar su temible descarga en cualquier momento y en cualquier dirección!

¿Por qué todos se alteran tanto cuando se menciona el control del pensamiento? Está por todas partes en la sociedad moderna, desde la publicidad a la cultura de Hollywood

No hay nada mas malvado que el control del pensamiento

¡Basta de estupideces! Somos personas ilustradas, no hacemos esas cosas.

Si he hecho algo mal, perdón

El Universo, al igual que la Tierra en épocas pretéritas, es un bosque oscuro donde cada civilización es un cazador silencioso, un cazador que se esfuerza por no ser detectado mientras se apresta a destruir a cualquier otro cazador que constituya una amenaza real o imaginaria.

Los humanos necesitaron más de cien mil años terrestres para evolucionar de cazadores recolectores a agricultores: Pasar de la edad agrícola a la industrial ya les costó algo menos: varios miles de años terrestres, pero el paso de la edad industrial a la edad atómica se produjo en solo doscientos años, y luego, en apenas unas décadas, ya entraban en la edad de la información… ¡Esta cvilización posee la aterradora capacidad de acelerar su progreso!

Una vez desvelados los misterios más profundos del Universo, ¿sería la Humanidad capaz de seguir existiendo?

Dos caminos bifurcaban en un bosque dorado
y, apenados por no poder tomar ambos
uno por otro, enfilamos
el camino menos transitado
Aquello supuso para los dos
todo un mundo de diferencia

El destino final de todos los seres inteligentes ha sido siempre alcanzar la grandeza de sus pensamientos.

Espero que nunca se le olvide que, en la inmensidad del mar de estrellas, hay una que le pertenece.

A partir del mismo momento en que el ser humano supo que el universo era, en realidad, un bosque oscuro en el que todos intentaban cazarse los unos a los otros, aquel niño sentado frente a la resplandeciente hoguera del campamento —que en otro tiempo tanto se había desgañitado para establecer contacto con seres extraterrestres— corrió a apagar el fuego y se puso a temblar en medio de la oscuridad, temeroso de la más mínima pavesa.

Curiosamente, todas las religiones del planeta desaparecieron de la noche a la mañana sin dejar rastro alguno. La gente se había dado cuenta al fin de que, aun en caso de que existiera algún dios, tenía que ser un hijo de puta.

No te preocupes, es inútil pensar sobre lo que no se puede hacer

En ese pedazo de cielo la gente empezó a abrir su corazón, y nuestra visión dejó de estar velada

Fueron precisamente esas muestras de fervor lo que al final recayó en una intervención divina. Aunque había discusiones bizantinas, sobre que Dios estaba detrás

No podemos elaborar directrices estratégicas a partir de una información ambigua. Aunque la ambigüedad es algo intrínseco de la expresión literaria

La vida es una distracción para la física

—El universo es grande, pero la vida lo es aún más. Estoy segura de que nos volveremos a ver —dijo.