Los del otro lado de Christopher Buehlman
Tenía una energía especial, algo que iba más allá de las bombillas y motores de combustión. Poco después de ponerme en marcha, sentí que algo o alguien me observaba. Me detuve. Eran alrededor de las cinco de la tarde. El calor del día había alcanzado su cénit y empezaba a ser un poco más llevadero. Las sombras habían comenzado a alargarse. La sensación de que me vigilaban era tan intensa que empecé a notar cierto calor en la nuca. |