La Reina Libertad: El imperio de las tinieblas, La guerra de las coronas y La espada resplandeciente de Christian Jacq
Vivir sin libertad es peor que la muerte
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La Reina Libertad: El imperio de las tinieblas, La guerra de las coronas y La espada resplandeciente de Christian Jacq
Vivir sin libertad es peor que la muerte
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La Reina Libertad 3. La espada resplandeciente de Christian Jacq
El comandante en jefe de las fuerzas de los hicsos era consciente de que su tarea iba a ser mucho menos fácil de lo previsto. Poco a poco, los egipcios aprendían el arte de la guerra y disponían de una fuerza no desdeñable: la voluntad de liberar su país
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La Reina Libertad 2. La guerra de las coronas de Christian Jacq
-Nada de lo que has realizado va a olvidarse, hijo mío. Esos monumentos cantarán tus hazañas y tu valor, y se expondrán en el templo de Karnak, donde tu gloria quedará preservada entre los dioses
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Mozart. El Gran Mago / El Hijo de la Luz de Christian Jacq
Un corazón nacido para la libertad no se deja tratar nunca como un esclavo. Y aunque haya perdido su libertad, conserva aún su orgullo y se ríe del universo.
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El último sueño de Cleopatra de Christian Jacq
Cleopatra lo fascinaba: las adversidades no hacían mella en su determinación, y su juventud no la privaba de madurez. Aunque hubiese nacido en un establo, habría sido reina. Cruzarse en el camino de un ser excepcional era un privilegio que no quería desperdiciar. Mejor morir al servicio de una mujer de ese temple que morir en la mediocridad.
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El libro prohibido de Christian Jacq
-Soy sirio y odio Egipto, ya que humilla a mi pueblo. Pero vos... ¿Por qué deseáis destruir al rey? -Porque encarna la ley de Maat en la tierra, la verdad, la justicia y la rectitud, en detrimento de la única fuerza que debe dominar nuestro mundo: el Mal. Éste se encuentra en el origen de toda vida, posee el poder absoluto y desvela el camino al mando. Heredero de una larga tradición que se empecina en rechazar el Mal, el faraón no se percata de su belleza. Yo he tenido esa suerte. |
La tumba maldita de Christian Jacq
Al abrir la puerta de su laboratorio, Sejet se sentía confundida, puesto que no pensaba en otra cosa más que en la posible llegada de Setna. ¿No había ido demasiado lejos al besarlo en los labios? [...] Tierno y tímido, poseía una fuerza muy superior a la del general Ramesu, ¡tan orgulloso él de sus proezas físicas!
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¿De qué nacionalidad es Edgar Allan Poe?