Me ha encantado volver a reencontrarme con los protagonistas de El asesino del crucifijo, Robert Hunter y Carlos García, es una novela muy interesante con crímenes muy atroces, una novela muy negra, adictiva de principio a fin. La trama comienza cuando en una iglesia de Los Angeles aparece el cadáver de un cura, el caso es asignado a Robert Hunter y Carlos García, poco des pués descubren en el cuerpo del cura, el número 3 escrito con sangre, al principio la policía cree que se trata de un asesinato ritualista. Pero a medida que van apareciendo más cadáveres, descubren que el asesino ha matado a las víctimas escenificando sus peores miedos. Pero,¿cómo podía saber el asesino cuales eran sus miedos? ¿Y qué relación une a todas las víctimas? Una lectura que no da tregua, con un final trepidante, y un asesino violento y calculador. |