Abuelos de Chema Heras
La abuela se fue al baño y sacó un lápiz de ojos de una bolsa. ―¿Qué quieres hacer con ese lápiz?― preguntó el abuelo. ―Me pintaré los ojos, porque los tengo tristes como una noche sin luna. ―¡No digas eso mujer! Eres tan bonita como el sol, con tus ojos tristes como las estrellas de la noche. Y haz el favor de apresurarte, ¡que tenemos que ir a bailar! |