Poemas de Currer Bell de Charlotte Brontë
Que mi última recompensa sean entonces las palabras que dan al mundo regocijo: la voz del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: "¡Siervo de Dios, qué bien lo has hecho!" |
Poemas de Currer Bell de Charlotte Brontë
Que mi última recompensa sean entonces las palabras que dan al mundo regocijo: la voz del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: "¡Siervo de Dios, qué bien lo has hecho!" |