Las flores del mal de Charles Baudelaire
Tras todos los pesares y las vastas penas que agobian con su peso la brumosa existencia, ¡dichoso aquél que puede con ala vigorosa lanzarse hacia los campos luminosos y serenos! Y cuyos pensamientos como unas alondras, en los cielos de la mañana toman el libre vuelo, que planea por la vida y sin esfuerzo entiende el lenguaje de las flores y de las cosas mudas. |