Konets de César Pérez Gellida
Tengo que volver a concentrarme en mi tarea, pero una estridente carcajada desvía de nuevo mi atención. Se ha fabricado en la garganta del mercenario senegalés, el topo que nos ha colado la Asamblea y que ha conseguido introducir el malware que ha abierto las puertas de Lukomorie a los centinelas.
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