Todos los días son nuestros de Catalina Aguilar Mastretta
No hay Cosa Terrible. Sólo hay los años, los años. Todo lo que habíamos ido sobreviviendo. Todo se quedó por ahí rondando. Las opiniones irreconciliables, el andar descalza por la casa, los platos sucios, las decisiones difíciles(…) Todo se quedó ahí rondando pero nada nos rompió, porque todo iba mezclado con su voz y con la mía, y con pequeños momentos que nos hacían inseparables. |