Lady Midnight (Cazadores de sombras - Renacimiento 1) de Cassandra Clare
Había cariño en los ojos de la familia cuando miraron a Julian, y preocupación y temor, pero Emma se preguntó si Jules podría ver algo de eso. Si lo único que veía era a los niños por los que había sacrificado tanto en su vida felices con otra persona. Si, al igual que ella, habría mirado la cocina y recordado cómo había aprendido por sí solo a limpiarla cuando tenía doce años. Cómo había aprendido por sí solo a cocinar: al principio, cosas sencillas como espaguetis con mantequilla o bocadillos de queso. Un millón de sándwiches, un millón de quemaduras en las manos y las muñecas por las salpicaduras. Cómo, antes de que supiera conducir, todos los días recorría a pie el sendero hasta la autopista para recoger el pedido de comestibles. Cómo había cargado con toda la comida colina arriba. Julian de rodillas, esquelético en sus vaqueros y sudadera, fregando el suelo(…) Y volvería a hacerlo, pensó Emma. Claro que sí: los quería de un modo así de fiero. Lo único que hacía enfadar a Julian era el miedo, el miedo por sus hermanos. |